El maestro y el loro.Enseñananza sobre la virtud de la sinceridad del corazón
Había un maestro que enseñaba a sus discípulos el credo, que en árabe se conoce como "la aqida".
Les educaba en la unicidad de Dios y les explicaba el verdadero significado de esta afirmación.
Un día un discípulo regaló a su maestro un loro. Al maestro le gustaba tener pájaros y gatos. Con el tiempo el maestro empezó a querer al loro. Lo traía a las clases e incluso le enseñó la pronunciación de la frase: "No hay deidad sino El Dios". El loro la pronunciaba día y noche...
Un día los alumnos encontraron a su maestro llorando a mares. Cuando le preguntaron que le pasaba, éste les contestó: -Un gato mató al loro.
-¡Por eso lloras! Le dijeron. Si así lo deseas, te traemos otro y que sea mejor que el primero.
El maestro dijo: No lloro por eso. Estoy llorando porque cuando el gato atacó al loro, el loro gritaba y gritaba hasta que murió, a pesar de que desde que le enseñé a pronunciar “la ilaha illa Allah” (No hay deidad sino El Dios), no ha dejado de pronunciarla día y noche, sin embargo cuando el gato le atacó, se lo olvidó de pronunciarla. Solo gritaba y gritaba hasta que murió. ¡Cuando le enseñé a pronunciarla, le enseñé a decirla con su boca, no con su corazón, para que puediera sentirla!
A continuación, el maestro dijo: Tengo miedo de que seamos como este loro. Vivimos nuestras vidas repitiendo “la ilaha illa Allah” con nuestra lengua, pero cuando la muerte nos llegue... Espero que no la olvidemos y seamos capaces de recordarla, porque nuestros corazones no lo conocen y no lo sienten en su totalidad.
Así que los discípulos lloraron por temor a la falta de honestidad en sus actos y en sus palabras.
¿Y nosotros, hemos aprendido “la ilaha illa Allah” con el corazón ? ¿O solo con la lengua?
No se elevó al cielo una cosa más grande que la sinceridad en nuestros actos, y no baja a la tierra una cosa mayor que la ayuda de Allah hacia sus siervos. Según sea la sinceridad y la honestidad de nuestros actos, será la ayuda de Allah.
¡Oh Allah, haz que seamos sinceros y honestos con nosotros mismos y con la gente y contigo tanto en palabras como en hechos!
Autor: Anónimo
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