Un día con mi nieta Sofía.
- Mañana te dejo a tu nieta por un rato. -Dijo muy suelta de lengua mi hija. Y me lo dijo así, como si yo hubiera parido una nieta y me la vinieran a devolver. No es que me moleste, más bien me muero por ella pero... ¿así?...¿cómo si yo hubiera abandonado a algún niño en una canasta? Me la trajo tempranito envuelta en camperas, bufandas, guantes, gorras y todas esas cosas que les ponen las madres a nuestros nietos y que nosotros les poníamos a ellas y ahora nos damos cuenta de que era un disparate. No hay como cambiar de lugar del mostrador para avivarse de algunas cosas. - No me le des chicles que el dentista lo pago yo, ni coca cola, nada con colorante, fijate la fecha de vencimiento de lo que le das, que no se desabrigue que acá adentro está muy frío, si ves que transpira sacale el gorro, que no coma chupetines porque se ensucia y con esta lluvia no se me seca la ropa con nada, si van a salir, tapale bien la boca, si se aburre, en la mochila trajo unos jueguitos para la playestatio...