Amigo fiel ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Amigo fiel, tú que ves cual tigre a una res, dime, dime, por favor, cuantas estrellas invaden el cielo, y dime por qué no se mudan al suelo. Amigo fiel, cual pasajero al tren el cual espera con ansias su destino: el edén, y aunque suene sin sentido, el amigo es un camino. Un pasajero a su tren tarde no llega pues su derecho de viajar nadie le niega. Pero si un “amigo” tarde acude despídete de él no lo dudes. Simple resumen, de la amistad, ya pocas me quedan palabras por decir, entre ellas: el amigo es fiel, como un pasajero a su tren. Antonio