¡NO EMPUJES EL RÍO...!
¡No empujes el río que baja cantando entre juncos, sauces, y aromas de rosas…! ¡Dejalo que fluya danzando y jugando…! ¡No alteres su ritmo! ¡No fuerces las cosas! ¡No empujes el río que va entre murmullos…!: él sabe ir andando sin prisa ni error… ¡Respetá los ciclos!, que a cada capullo ¡le toma su tiempo transformarse en flor…! ¡No empujes el río…! : …cada acontecer…, cada remolino que habrá de surgir, lo hará en el instante en que deba ser… ¡por más que lo empujes en su devenir…! ¡No empujes el río…!, y aceptá gozoso todas las variantes que ofrece el paisaje : si acaso tu cauce se torna rocoso… ¡son sólo experiencias que adornan el viaje…! ¡No empujes el río…! : más bien imitalo…, y rodeá las piedras que te obstaculizan… ¡es tu resistencia la que torna malo a cada incidente que te inmoviliza! ¡No empujes el río…!; si dejás que te hable, te dirá que anhela lo mismo que vos : …fundirse en las aguas de lo Inmensurable… ¡es también su norte…su meta…su Dios…! ¡No empujes el río…!, y si ve...