Misterios Revelados I
El Dios que llevas en tu Corazón es el Dueño, el Dador y el Hacedor de todo el Bien que puede entrar en tu Vida y Mundo. La Eterna Ley de la Vida es: Lo que tú piensas y sientes lo traes a la forma. Donde está tu pensamiento, allí estás tú, ya que tú eres tu conciencia. La Ley del Amor es la Ley del Equilibrio, la Armonía y la Perfección.
El individuo tiene que hacer el esfuerzo de surgir de la condición o el ambiente de sentimiento irritado y destructivo en que vive la humanidad, por el control de su conciencia exterior, para poder trascender esta limitación permanentemente, y nadie puede quitar de su mundo y su vida la miseria, la discordia y la destrucción hasta que sujete sus pensamientos y sus sentimientos.
Es indispensable que no seas perturbado, entonces; tranquilízate y visualízate, siente tu cuerpo envuelto en una luz radiante, blanca, enfocando la atención en el corazón y visualizándolo como un Sol Dorado. El siguiente paso es el reconocimiento: 'Yo acepto gozoso la plenitud de mi magna presencia de Dios, el Cristo puro'. Siente el gran brillo de la luz e intensifícala en cada célula de tu cuerpo. Cierra la meditación con el siguiente decreto: 'Yo Soy hijo de la Luz. Amo la Luz. Soy protegido, iluminado, provisto y mantenido por la Luz, y bendigo la Luz."
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