El Zahir


20060216234459-lanza.jpg


Según el escritor Jorge Luis Borges, la idea del Zahir
procede de la tradición islámica, y se estima que surgió
en torno al siglo XVIII. En árabe, Zahir significa visible,
presente, incapaz de pasar desapercibido. Algo o alguien con
el que, una vez entramos en contacto, acaba ocupando poco
a poco nuestro pensamiento, hasta que no somos capaces de
concentrarnos en nada más. Eso se puede considerar santidad o locura.



Enciclopedia de lo Fantástico, 1953, Faubourg Saint-Pères.

Ayer me tropecé con este párrafo, y desde entonces no he parado de darle vueltas. ¿Quién es mi Zahir? ¿Tengo yo Zahir? me parece que no.
Recuerdo una conversación que tuve con Sam. Él me explicaba emocionado todo lo que sentía por su pasión, pero yo no le entendía. No tenía el mismo efecto en mi ese algo que tanto le llamaba la atención. Terminó diciéndome que ojalá tuviera yo algo así como él, que le daba vida y le provocaba esos momentos intensos de felicidad. Me dio pena entonces, y ahora.
No tengo nada en mi vida que acapare todos mis sentidos. Todo me da igual. Las cosas me importan lo mínimo, y no tengo especial interés por nada.
Por ejemplo la carrera. Me queda poco para acabarla, y saber que después ya no tendré que seguir estudiando estas asignaturas que tanto me agobian, no es ningún aliciente para mi. Cuando me siento a estudiar, sólo pienso en aprendérmelo lo antes posible para aprobar y olvidarme para siempre de esa dichosa asignatura. No me importa lo que me cuenta, me parece aburrido y no me interesa. Me da absolutamente igual. No me importa.
Hay muchas cosas que me gustan, pero no son ningún motivo por lo que vivir. No dan un sentido pleno a mi vida. Tampoco es que lo busque ansiosamente. A veces cuando uno desea con fervor ser feliz, no se da cuenta de que ya lo es. Siempre se espera más. Y yo aunque estoy bien, mi vida es... tranquila... estoy contenta con lo que tengo... en ocasiones pienso que me quejo de vicio, que vergüenza me tendría que dar el estar así a mi edad, con la de proyectos que tengo, mi vida acaba de empezar... pero no sé por qué, encuentro una sensación de vacío como telón de fondo.
Sin embargo, no siempre ha sido así. Claro que he tenido Zahir, y estaba disfrazado de persona. Invadía cada minuto de mi vida. Entró poco a poco. A veces, durante mi día, algo me llevaba a pensar en él. Y sonreía. Después, cuánto más le conocía, más veces usurpaba mis pensamientos. Sin querer, haces todo como si esa persona te estuviera mirando constantemente. Y sucede así, porque parece que lo llevas contigo a todas partes. Piensas en él mientras desayunas, cuando te vas a la cama, al peinarte... Y despierta instintos que creías inexistentes dentro de ti, como las ganas de ser mejor persona, el compartir, ofrecer, depositar confianza..... (amar......).....
Es curioso cómo algo o alguien puede hacerte cambiar el modo de ver la vida. De repente, todo es precioso, perfecto. Parece mentira que algún día hayas estado decaída, ¡¡con lo maravilloso que es el mundo con tu Zahir en él!!
Creo que en los primeros momentos, lo denominé "locura", pero más tarde, "obsesión". Y ésto no es bueno, porque termina minando a la persona. Así que, decidí romper el hilo que me unía a mi Zahir.
Algunas veces más... he encontrado algo que me ha ilusionado, pero sólo durante un tiempo. Después, vuelvo a estar sola.

Autor: Kamala
Cuántas veces nuestro zahir nos hace volvar tan alto que perdemos la consciencia de la realidad y lo exacto...

MCM

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bailando bajo la lluvia.Cuento sobre la actitud resiliente

Monólogo campesino

Y la vida comienza una vez más...