Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena.

No tengo miedo a las dificultades: lo que me asusta es la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significa abandonar otros.

No es fácil la elección ,la encrucijada en que nos pone la vida muchas veces.Dicen que somos dueños de nuestro destino pero el miedo a lo desconocido es tan poderoso que anula la voluntad de elegir.

Cuántas cosas hemos perdido en nuestro camino por la indecisión.Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.Es ese imposible el que puede cambiar nuestras vidas de la noche a la mañana.La duda de saber si habremos acertado o no al decidir el camino a tomar.

Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia.Yo, como ser humano que soy, tengo mis momentos de duda.Tanto que me gustaría cambiar el rumbo de mi vida pero me veo anclada a un destino predestinado.Mi voluntad ya no es mia.Mi interior está acorralado pero lo peor de todo esto no mi deseo sino mi impotencia por no poder variar mi existencia.

No es tan sencillo soñar, desear,pedir,anhelar que nuestra vida mejore.Correr tras un sueño imposible.
Yo he corrido tanto que me he quedado en el camino porque tras la carrera me he dado cuenta que es imposible de alcanzar.Todos soñamos despiertos alguna vez en nuestra vida.Y hoy, me tocó a mí.
Lo peor es que no me duele perder lo que nunca tuve sino que ya no tengo más oportunidad de elegir porque el camino sólo se recorre una vez,no más.Sólo se vive una vez.
Si a caso, esta pobre alma tuviera la oportunidad de reencarnarse,tengo por seguro que continuaré mi carrera hasta alcanzar lo que quiero porque al final del camino sé que estarás tú.
Mientras tanto, camino sin prisas ni pausas por éste mi vivir.

Samira

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