El Poder está en ti, pero no es sólo tuyo

El Poder y la Magia de este mundo no se pueden reservar para el uso exclusivo de nadie, incluido tú. Está disponible en todo momento, pero no pertenece a nadie. Lo que haces es establecer contacto con una energía que se encuentra más allá del dualismo del plano terrenal y que, sin embargo, está conectada con él al mismo tiempo, es separada pero inconfundible.



La forma de establecer contacto consiste en comprender esta energía. Todo lo que existe sobre el plano físico experimenta la luz y la oscuridad. Si siempre hubiera luz no tendríamos un concepto de la oscuridad. Pero hay algo que no conoce la oscuridad, la fuente de toda luz, el sol. Esta fuente se encuentra más allá de la dualidad del plano físico, y es con ella con la que debes contactar si quieres potenciar tu fuerza interior.



La energía del sol no te pertenece, pero siempre podrás recurrir a ella. Esa energía no está sometida a las leyes de la dualidad, como tampoco lo está tu espíritu, que es la fuente de tu divino poder. Aún así, depende de ti que la utilices o no.



No puedes poseer este poder más de lo que puedes poseer y controlar el entorno. Poseerlo significa que te separas de él. Aparece entonces un poseedor y algo que es poseído, y eso viola el principio de tu existencia como ambientorganismo. Eres un ser holístico, y eso significa que en ti confluyen la energía no dual y la energía física, y que puedes hacer uso de ambas.



Es usted un ser completo. En consecuencia, para poder comprenderte a ti mismo, tienes que asimilar primero que eres un ambientorganismo. Conceptualizarse a uno mismo como un ser físico y espiritual separado de su entorno supone eliminar toda posibilidad de conocer tu estado holístico. Por el contrario, reconocer ese estado te ayudará a destruir la ilusión de que eres un ser aislado y a percibir tu relación con el mundo que te rodea. Esto te dará una fuerza que jamás podrías imaginar si te dejaras guiar por tu ego.



Wayne Dyer.



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