La Raiz...




Cerca
de un arroyo de aguas frescas, había un pequeño
bosque.
... Los árboles eran muy variados. Todos gastaban las energías
en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes,
pero quedaban débiles y tenían poca fuerza para
echar raíz.
En cambio un laurel
dijo:
"Yo, mejor, voy a invertir mi savia en tener una buena
raíz: así creceré y podré dar
mis hojas a todos los que me necesiten".
Los otros árboles
estaban muy orgullosos de ser bellos; ¡en ningún
lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban
de admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros,
y así, todo el tiempo, mirándose y riéndose
de los demás.
El laurel sufría
a cada instante esas burlas. Se reían de él,
señoreando sus flores y perfumes, meneando el abundante
follaje.
- "¡Laurel
!...(le decían) ¿para qué quieres tanta
raíz? Mira a nosotros todos nos alaban porque tenemos
poca raíz y mucha belleza.¡Deja de pensar en
los demás! ¡Preocúpate sólo de
tí!"
Pero el laurel
estaba convencido de lo contrario; deseaba amar a los demás
y por eso tenía raíces fuertes.
Un buen día,
vino una gran tormenta, y sacudió, sopló y resopló
sobre el bosque. Los árboles más grandes, que
tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente
golpeados, que por más que gritaban no pudieron evitar
que el viento los volteara.
En cambio el pequeño
laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz,
apenas si perdió unas cuantas hojas.

Entonces
todos comprendieron que lo que nos mantiene firmes en los
momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo
que está oculto en las raíces, dentro de nuestro corazón...
Compartamos aquello que está en nuestras raíces...lo mejor está en lo más profundo de nuestro corazón...
Con amor...

Satva Atma Salin

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