El poder del amor...
Había una vez un alma que sabía que ella era la luz. Era un alma nueva, y por lo tanto ansiosa por experimentar. “Soy la luz - decía -. Soy la luz.”
Pero todo lo que supiera al respecto y todo lo que dijera al respecto no podían sustituir a la experiencia.
Y en la esfera de la que surgió esta alma no había sino luz. Todas las almas eran grandiosas, todas las almas eran magníficas, y todas las almas brillaban con el brillo imponente de la luz de Dios. Así, la pequeña alma en cuestión era como una vela en el sol.
En medio de la más grandiosa luz - de la que formaba parte -, no podía verse a sí misma, ni experimentarse a sí misma como Quien y Lo Que Realmente Era.
Sucedía que esta alma anhelaba una y otra vez conocerse a sí misma. Y tan grande era su anhelo, que un día le dijo Dios:
- ¿Sabes pequeña, qué deberías hacer para satisfacer este anhelo tuyo?
- ¿Qué Dios Mío? ¡Quiero hacer algo!!! - dijo la pequeña alma.
- Debes separarte del resto de nosotros – respondió Dios -, y luego debes surgir por ti misma de la oscuridad.- ¿Qué es la oscuridad, oh, Santo Padre? - pregunto la pequeña alma.
- Lo que tú no eres - le respondió Dios, y el alma lo entendió.-
Y eso hizo el alma, apartándose del Todo, e incluso yendo hacia otra esfera. En esta esfera el alma tenía la facultad de incorporar a su experiencia todo género de oscuridad. Y así lo hizo.
Pero en medio de toda aquella oscuridad, gritó:
- ¡Padre, Padre! ¿Por qué me has abandonado?
Igual que vosotros en vuestros momentos más negros. Pero Yo nunca os he abandonado, sino que estoy siempre a vuestra disposición, dispuesto a recordaros Quienes Sois Realmente; dispuesto, siempre dispuesto, a recibiros en casa.
Así pues, sé la luz en la oscuridad, y no la maldigas.
Y no olvides Quién Eres mientras dura tu rodeo por el camino de lo que no eres.
Y sabed que lo que hagas en los momentos de más dura prueba puede ser tu mayor triunfo, ya que la experiencia que creas es una afirmación de Quién Eres, y de Quién Quieres Ser.
Te he explicado esta historia - la parábola de la pequeña alma y Dios- a fin de que puedas entender mejor porqué el mundo es como es, y cómo puede cambiar en un instante en el momento en que cada uno recuerde la divina verdad de su más alta realidad.
Johana Vazquez
HOLA SAMIRA: ES VERDAD CADA UNO DE NOSOTROS TENEMOS LUZ PROPIA Y AVECES PARA DARNOS CUENTA, TENEMOS QUE APARTARNOS UN POCO Y BRILLAR EN LA OSCURIDAD.-
ResponderEliminarUN BESO GRANDE, MUY FELIZ DIA DE L AMIGO T FELIZ SANTIAGO APOSTOL EN EL AÑO XACOBEO.-