Canto al amor
El amor navega sobre las olas del tiempo
y navega sobre el olimpo de nuestras vivencias.
El amor se transforma en ese efímero instante
que penetra en el tic-tac de los segundos.
El amor no es ocurrente ni pasajero,
es audaz en su supervivencia.
El amor surge de sus aplastantes reveses
desafiando sus propias contradicciones.
El amor no se apaga como una luz,
brilla como un astro en el centro de la existencia.
El amor es la fiebre espiritual sin medicinas
ni diagnósticos.
El amor es eterno en su procreación
abriendo todas las páginas.
El amor es entonces la cárcel de nuestros
deseos, la libertad de nuestra imaginación,
es toda nuestra gloria resumida en un acto,
es ya el momento cumbre de la vida hecha
resignación detrás de su eco.
Ali Salem Iselmu
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