Nadie se lo cree


Cuenta la leyenda que, justo después de su iluminación, Buda decidió pasear por los campos. En el camino se cruzó con un labrador, que se quedó impresionado con la luz que emanaba del maestro.

- Amigo, ¿quién eres tú? –preguntó el labrador- Pues tengo la sensación de estar delante de un ángel, o de un Dios.
- No soy ni lo uno ni lo otro –respondió Buda.
- ¿Acaso eres entonces un poderoso hechicero?
- No, tampoco.
- En ese caso, ¿qué es lo que te hace tan diferente de los demás hasta el punto de que un simple campesino como yo pueda sentirlo?
- Soy apenas alguien que despertó a la vida. Nada más. Pero le digo esto a todo el mundo, y nadie se lo cree.

Paulo Coelho.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bailando bajo la lluvia.Cuento sobre la actitud resiliente

Monólogo campesino

Una vez más, a golpe de vida