Al pié de la reja


Toda mi vida en el mar,
no me cautivaron moros,
y una vez que entré en tu casa me cautivaron mis ojos.

Tengo verguenza y me callo,
tengo amor y no lo digo;
no sé cómo te dijera:
¿te quieres casa conmigo?

De mi casita a la tuya,
morena,no hay más que un paso,
desde la tuya a la mía,
¡ ay , qué camino tan largo !

Al verte llaman la muerte
y al no verte llaman vida:
más quiero morir y verte,
que no verte y tener vida.

Ese querer tuyo y mío
parece que está de Dios;
cuanto más quiero morir y verte,
que no verte y tener vida.

¡ Qué triste que está la luna
cuando no lleva lucero !
Así está mi corazón
el día que no te veo.

Todas las mañanas voy
a la orillita del río
a preguntar a sus aguas
si han visto al cariño mío.

Te quiero sin que me quieras,
que es verdadero querer;
que querer porque nos quieran
es querer por interés.

Canto popular

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